Miércoles 22 de mayo de 2013
Esta mañana me levanté antes para
poder hacer fotos de la Ksba desde la ventana de mi cuarto y la verdad es que
está increíble al amanecer. Es verdad que cuando vas por estas zonas ves más
Ksbas y todas son bonitas y que esta no es la más bonita, pero aquí se rodó
Gladiator. En la foto se puede ver la puerta, en primer plano que construyeron
para “la joya del Nilo”
Como ya venía siendo habitual a
las ocho en punto nuestra, ya estaba subido en la moto, tras la rutina de cada
mañana: terminar de empaquetar lo que faltaba. Montarlo en la moto…
Esto tumba... que te cagas |
Este no sé si tumba pero mola mogollón y quería ponerlo |
Es curioso que a estas alturas
del viaje ya formara parte de mi vida diaria esta rutina, tanto como dormir o
comer y ya ni me suponía un agobio, ni siquiera una rutina como tal en el
sentido peyorativo, ya que era la rutina del viajero, que es algo positivo.
Hoy tenía un día largo ya que,
aunque en kilómetros no era mas que unos 420 km, sin embargo unos buenos tramos serían
las entradas al valle de las Rosas , gargantas de Dades y las de Todra, lo que
me haría circular más lento.
Por el camino dejé Skoura, que
aunque muy bonito lo veré en otra ocasión. Una de las cosas que tenía más claro
a estas alturas del viaje era que si Dios me da salud y posibilidad, volvería.
Para esto nada como tener la sensación de dejarte cosas sin ver.
Una, dos, tres,
cuatro…………….novecientas noventa y nueve,
mil. Ostias¡¡, que ya sé porqué la llaman la ruta de las mil Ksbas. La
verdad es que en esta ruta podrías emplear todo el tiempo del mundo buscando
lugares para ver. A lo largo de la carretera te acompañan muchas de ellas,
hasta el punto de que pasas de UNA KSBA¡¡¡¡¡ a
ah, otra. Esto no significa que no merezca la pena, pero hay que
reconocer que al cabo de un tiempo empieza a no infartarte cada vez que ves
una, lo que es bueno, porque pasas de ver una Ksba a ver los detalles que hacen
que las veas distintas y que aprecies que muchas conocieron mejores tiempos de
gloria. En cualquier caso SON UNA PASADA, sobre todo para quien como yo sea
capaz de hacer aquí en nuestra casa muchos kilómetros, sólo para ver un
castillo.
Mi primera parada fue para el
valle de las Rosas, el cual a la entrada no parece nada interesante hasta el
punto de que estuve a punto de no entrar, ¡Craso error! , un viajero no debe
despreciar nada. Una vez te entras y el valle se va ensanchando tienes ante ti
un paisaje increible, con Kasbas y Ksares muy bonitos.
La carretera transcurre por un
paisaje desértico y a estas alturas en casi nada alcanzo Boulmane y empiezo la
ruta a las gargantas del Dades. Me gusta
mucho este camino y sobre todo la llegada a los “dedos de mono”, esas
estructuras geológicas tan curiosas y que tanto se han fotografiado, aunque no
quita que te impresione verlas. Sorprende que la carretera sea relativamente
buena, aunque en general las carreteras es verdad que han mejorado mucho o
están en ello.
Entrada valle del Dades |
Foto de los dedos de mono |
Foto del mono de los dedos |
Tras el paseo por parte de las
gargantas, que luego descubriría que me gustaban más que las del Todra, mucho
más bulliciosas, llegué por fín a las famosas curvas del Dades (o Estelvio Pass
de Airgamboys).
Garganta del Dades |
A estas alturas ya pegaba el
calor, pero yo continuaba con mi espaldera, mi chaqueta y el airbag, casi “na”.
A Tinghir llegas rápido desde
Boulmane Dades, bueno todo lo rápido que te deja el circular todo el camino por
una vía urbana en la que de vez en cuando ves a un topógrafo con su trípode, ¡Es
curioso! Todos visten con las mismas ropas y tienen una libreta para apuntar y
de vez en cuando, se ve que conocen a la gente, les saludan con la mano y la
gente se para a hablar con ellos….
En Todra y gracias a unos
malagueños pude tener una foto mía.
Entramos al valle del Todra |
Seguí camino dejando a posta muchas
cosas por ver, ya que a estas alturas tenía absolutamente claro que el veneno
de Marruecos ya estaba en mi sangre, y que al igual que la malaria volvería
cada cierto tiempo a tener crisis, obligándote a tomar la única medicina
disponible hoy día : Volver.
A la entrada-salida de las gargantas del Todra nos encontramos con Tinghir depués de comer por aquí seguí hacia Errachidia por un camino plagado de Ksbas y Ksares así como de un atractivo desierto. Tengo que pararme más por aquí la próxima vez que venga.
Llegué a Errachidia a la hora del
café que aproveché para tomar con Hafid, el cual me buscó alojamiento en un
sitio encantador y del que decir que me trataron a cuerpo de rey sería
desmerecerlo, ya que fue a cuerpo de emperador. Desde aquí de nuevo Shokram.
Remanso de paz para el descanso en Errachidia |
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